Cuando os dije que Almería me había dado muchas sorpresas gastronómicas, Goleta 55 estaba entre ellas.
Después de recoger todas las cosas del piso de Zaragoza cogí el tren Madrid-Almería, al que cariñosamente le he puesto el nombre de "tren infierno". Desde aquí pido un línea de ave urgentemente. ¡Madre mía que horror!
En fin, una vez aquí me estaba esperando mi pareja para ir a comer.
Días antes de venir aquí escribí en las redes sociales preguntando por bares en Almería y Celiaquitos me recomendó Goleta 55.
Nada más leer el comentario de Amaya busqué la
página del bar para mirar la calle y allí me encontré una historia que seguro que a todos os suena en la que explicaban el porqué habían hecho un menú tan amplio sin gluten.
Lo que no me podía imaginar es que iban a tener una carta de comida rápida con la que todo celíaco sueña al entrar en un bar. Es la carta más completa que he visto hasta el momento.
Entre tanta variedad elegí unos espaguetis carbonara (creo que ya vais conociendo mi pasión por la comida italiana) y para compartir unas patatas con beicon y queso gratinado.
Entonces olvidé el tren, el sueño que tenía y los nervios de comenzar a vivir en una nueva ciudad.